sábado, octubre 22, 2005

Segunda parte. Capítulo XXIV

«Y en esto llegaron a la venta a tiempo que anochecía, y no sin gusto de Sancho, por ver que su señor la juzgó por verdadera venta y no por castillo, como solía. No hubieron bien entrado, cuando don Quijote preguntó al ventero por el hombre de las lanzas y alabardas, el cual le respondió que en la caballeriza estaba acomodando el macho; lo mismo hicieron de sus jumentos el sobrino y Sancho, dando a Rocinante el mejor pesebre y el mejor lugar de la caballeriza».

Es venta y no castillo, pero no por ello está peor preparada para alojar tanto a los huéspedes como a sus acompañantes equinos.

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